Ruta de La Soledad en Samara, 2005

Por: Kenneth Bolaños I.

20 de Septiembre de 2005

He decidido empezar hoy con mi relato para la vuelta a Sámara, pues tengo la intención de hacer una buena descripción de la salud mental que este tipo de evento tiene para mi y mi familia.

Si bien es cierto la vuelta a Sámara dista mucho de la Ruta por ejemplo, en cuanto a desgaste total, no es nada despreciable la preparación que debe hacerse para este evento “medio”, debido a que no es malo hacer un papel lo más decoroso posible. Por esta razón, me interesa describir que para la preparación de este año, he tenido una excelente pre-temporada, pues corrí a pie, en marzo la carrera “Sol y Arena” en Puntarenas y luego, después de mucho entrenar a pie, me decidí a correr la media maratón, conocida como San Juan. Nunca había tenido la experiencia de hacer el esfuerzo de correr a pie, hasta este año, debido principalmente a que por mi trabajo no había podido andar lo suficiente en bicicleta y en las noches empecé a entrenar con un amigo en la ciudad de Miramar en Puntarenas (8 km hacia abajo y luego 8 km hacia arriba, muy fuerte, de regreso!) Los tiempos que hice no vienen al caso, puesto que mi intención siempre fue la de entrenar para la bici, sin embargo, he de decir que en ambos casos llegué, más o menos, a medio grupo (ni de primero ni de último!) y estoy muy satisfecho de ello ¡Aguanté!.

Una componente importante en el esfuerzo realizado este año, también ha sido mi incursión en el “Spinning”, cosa que inicié creyendo que iba a hacerlo con amplia facilidad y para mi sorpresa casi me muero el primer día que traté de seguir el paso del instructor. Esta actividad, creo que debería ser obligatoria para todo aquel que quiera mejorar sustancialmente en el ciclismo. Para mi ha sido una experiencia excepcional en el mejoramiento físico y en la sensación de gran resistencia que he venido adquiriendo. Además, constituye una excelente alternativa para los días lluviosos.

En resumidas cuentas, he venido tratando de distribuir mi semana de la siguiente manera: Lunes: spinning, martes: a veces spinning o bien maratón de unos 10 a 15 Km, miércoles: correr a pie unos 10 Km o Bici de montaña si puedo y el clima lo permite, Jueves: Bicicleta de ruta (por lo regular a Cascajal), viernes: por lo regular descanso y sábado: Fondo en bici de montaña o ruta, unas 4 horas de “cleteo”. Únicamente cuando se acercan las competencias ando los domingos, para al menos un día levantarme tarde en casa y balancear un poco la situación. Esto desde luego no sería suficiente si pensara en prepararme para la Ruta (Conquistadores) o algo así; sin embargo, mi meta es hacer unas 4 horas y media en Sámara, aunque 5 estarían bien, después les cuento cuanto logré hacer. Considérese además, que es en parejas y espero que el compañero responda adecuadamente o que logremos sincronizarnos para correr parejo.

Acercándonos a la fecha de la competencia (1 de octubre) fui alertado y con mucha razón de que había una debilidad en esta preparación, lo cual era la poca actividad en “fondos” de más de 4 horas, al menos una vez por semana. Por esta razón corrí la última etapa del Endurance que fue algo verdaderamente extenuante. Subimos desde el balneario de Patarrá hasta Quebradillas y de ahí hasta La Cangreja, carretera a San Isidro de Perez Zeledón, lo que llaman el Basurero y desde Casamata hasta empezar la bajada hacia el balneario nuevamente.

Me sorprendió tanto rato de pedalear y me sentí malísimo, durando por ahí de 6 horas, lo cual fue demasiado para el evento, pero muy bueno para la preparación hacia Sámara. Es curioso, pero lo que más me dolía no eran las piernas, sino más bien la nuca y los brazos. Esta ruta es durísima y lástima que no pueda hacerla uno solo, pues me parece que es peligrosa en cuanto a que podría uno ser asaltado en algunos de los trechos muy solitarios y después de haber pasado por unos caseríos medio escondidos.

Este fondo me sirvió para al menos darme cuenta de donde estaba realmente.

29 de setiembre de 2005

He descubierto que lo que más me afecta en las competencias, es la deshidratación, yo sudo demasiado en comparación con el normal de las personas. En las sesiones de Spinning dejo un charco de sudor por todo el piso y la bici queda completamente empapada, mientras los demás sudan pero ni un 25% de lo que yo sudo. Tomar y comer regularmente será una prioridad en la carrera de Sámara. La hidratación la he complementado no solo con hidratantes comerciales, sino además con suero para niños. Me tomo un litro en las noches previas a la carrera para reponer líquidos y sales.

30 de setiembre de 2005

Muy cercana la competencia, salimos para Sámara y no hicimos ningún entrenamiento el día de hoy (viernes), solo lo cansado del viaje, el cual realizamos tomando bastante líquidos que creo no debe ser solo agua en mi caso, tal y como mencioné anteriormente.

Desde un par de meses antes, ya habíamos apartado dormida en una cabina que nos alquilaron muy barata, lo cual hizo el paseo muy placentero para mi esposa y para mi. El horario de las universidades no permitió que mis hijas nos acompañaran.

La lluvia es pertinaz y abundante, todo el viaje llovió y hubo que viajar muy despacio. Tomamos agua e hidratante y en la noche tomamos suero para niños y pastas, para llenar todas las reservas.

Llovió toda la noche y aunque planeábamos un paseito por la playa no fue posible…a dormir temprano, que no estuvo nada mal tampoco.

1 de octubre de 2005

Nos levantamos como a las 5 am, desayunamos cereal, pan y café. La obligatoria ida al baño que a veces no resulta tan fácil producto de los nervios y el cansancio del viaje mismo.
A eso de las 6:30 am llegamos a la meta, en el Bulevar de Playa Carrillo, precioso lugar, a pesar de la lluvia que no paró en toda la noche, madrugada e inicio de la carrera.
Una vez chequeados los pasaportes, esperamos la partida, primero la élite y otros, luego nosotros con algunos más (parejas de 85 años y más). No se porque me sentí muy mal en la primera cuesta, después del desvío, tanto que sentí que no iba a poder terminar, sin embargo, mejoré y ya para la bajada empecé a recuperarme. Para cuando llegamos nuevamente a la ruta original: “el caldo de barro y agua de lluvia nos corría por absolutamente todos lados”. Mi estrategia de carrera fue correr cómodamente dando lo mejor que pudiera pero sin tratar de ganarle a nadie, más que a mi mismo y mejorar en lo posible los tiempos de las participaciones en años anteriores.

Por mi peso los planos me favorecen enormemente y sentí que venía volando en los planos, las cuestas como La Soledad y las otras como la llegada al Mirador de Uvita, fueron más difíciles. En las cuestas, por mi peso no puedo ir al ritmo de los más jóvenes, pero me sentí contento pues no caminé en ningún momento y todo lo pedalee con buen ritmo. Cuando he pesado unos 5 Kg. Menos y entrenado mucho más me he sentido mucho mejor que ahora, sin embargo, he llegado a la conclusión de que me gusta la bici, pero no puedo abandonar mis otras obligaciones, que en el campo familiar me comprometen (con agrado) a no tener tiempo para entrenar lo que quisiera. Prefiero estar un poco más “malo” pero todos contentos en la casa. No poner en peligro mi trabajo, ni cansar a todo el que me rodea por pretender someterlos a un horario estricto de deportista de alto nivel. Malo, pero con una vida más balanceada…



No conozco el tiempo oficial, pero sé que hice unas 6 horas (7:40 a 1:30 pm), lo cual considerando que este año desviaron la carrera tanto de ida como de regreso, es un tiempo bastante bueno para mi. Ah! Y también se nos reventó la cadena dos veces, con lo cual perdimos unos 45 minutos por lo menos. Los años anteriores sin desvío he hecho unas 5 horas y creo que este año pude haber hecho unas 4 horas y media, si no hubiera habido desvíos (si la chancha no se hubiera muerto!) ni cadenazos!

No puedo dejar de mencionar que el paisaje es espectacular, que el trayecto es muy agradable y que me gusta esta competencia más adecuada a mi realidad actual. Es un buen esfuerzo, sin rayar en descomunal.

2 de octubre de 2005

El plan era quedarnos esta mañana en la playa y después de descansar un poco volver a San José, pero el agua nos obligó a levantarnos, desayunar y empezar el regreso a la Capital. Cómo veníamos con tiempo, pasamos a Misa de 10:30 am en un pueblito de paso, que se llama: Caimital, donde fuimos la novedad por venir de San José y por la facha que teníamos (chancletas y pantaloneta). El Padre, muy amable nos presentó ante toda la comunidad, estuvo vacilón!

Almuerzo de camino, llegando a San Ramón y en la casa a las 3 de la tarde… todo con lluvia!

Espero hacerla el próximo año.

Kenneth Bolaños